Libertad de expresión en Venezuela
14/01/17
Cristian Simao
La libertad de expresión en los medios de comunicación venezolanos
ha sido un tema controversial desde los tiempos de José Antonio Páez. En la actualidad, cierres a cadenas
televisivas, amedrentamiento a periodistas y constantes amenazas por parte del
Estado hacia los medios, han derivado en la
radicalización del bando opositor. Si bien es cierto que la censura por parte del
gobierno venezolano es una realidad, y es totalmente reprochable, el conjunto
de personas que opina que no existe libertad de expresión, no se da cuenta que
el simple hecho de poder emitir ese criterio demuestra lo contrario. Sin embargo, la cuestión no ha sido aclarada, ¿existe
libertad de expresión? O, ¿la censura ha diluido totalmente este derecho?
Decir que en Venezuela los medios no son capaces de expresarse libremente significa compararlo con regímenes perversos, como el de la Alemania nazi, en la que El Ministerio de Propaganda tomó control de todos los periódicos, revistas y demás medios. Los grandes medios impresos venezolanos, como El Nacional o El Universal, siguen apartados del Estado y son capaces de publicar diariamente una cantidad estrepitosa de artículos; por nombrar algunos: “Represión pura y Madura”, “Hambre”, “Abusos Judiciales”, “Trabajador sin trabajo”, “El colapso de un gobierno” que repudian y reprueban con toda la vehemencia posible el mandato del ejecutivo.
Decir que en Venezuela los medios no son capaces de expresarse libremente significa compararlo con regímenes perversos, como el de la Alemania nazi, en la que El Ministerio de Propaganda tomó control de todos los periódicos, revistas y demás medios. Los grandes medios impresos venezolanos, como El Nacional o El Universal, siguen apartados del Estado y son capaces de publicar diariamente una cantidad estrepitosa de artículos; por nombrar algunos: “Represión pura y Madura”, “Hambre”, “Abusos Judiciales”, “Trabajador sin trabajo”, “El colapso de un gobierno” que repudian y reprueban con toda la vehemencia posible el mandato del ejecutivo.
Asimismo, los principales espacios de radio venezolanos
son dirigidos por individuos que contrariar al actual gobierno. Programas como los
de Cesar Miguel Rondón, en los que el tema principal generalmente es la situación
precaria del país, cuya conclusión, totalmente acertada, por cierto, es la
responsabilidad del gobierno ante esta crisis. Podemos tomar como otro ejemplo a
“Calma Pueblo”, conformado por humoristas que critican de forma jocosa y
satírica al mandato del presidente. En ambos casos se expresan libremente, a
pesar de atentar contra la dignidad y la moral de un régimen opresor, que
podría considerar sencillamente a estos contenidos como censurables,
obligándolos a su cierre, como ya lo ha hecho antes con otros medios, en contra
de su voluntad.
La televisión venezolana no se queda atrás, los
noticieros pueden transmitir las declaraciones hechas por dirigentes opositores
y demás sectores políticos quienes expresar cuantos improperios se les ocurra.
Programas televisivos como “Vladimir a la 1”, del canal Globovisión, permite el
debate abierto independientemente de la ideología política.
Por otra parte, se pueden considerar la gran cantidad de
blogs y páginas webs de opinión, como “RunRunes”, “Caraota Digital” , “La
Patilla”, “Efecto Cocuyo”, que sirven
como medios de información, liderados por personas adversas al gobierno, que
emiten opiniones que otros regímenes no tolerarían y que, por lo tanto,
censurarían.
Irónico es decir que no existe libertad de expresión en
los medios cuando la misma existencia de los que sostienen esta idea demuestra
lo contrario. Los periódicos publican artículos de opinión, a su antojo,
independientemente del contenido. Los programas de radio cada vez son más
monotemáticos con respecto a la crisis global del país. Los noticieros
televisivos son capaces de transmitir declaraciones de dirigentes de oposición,
que atacan directamente a la moral del gobierno. Los blogs y páginas webs que
contrarían al gobierno son cada vez más abundantes. No hay que dejarse llevar
por radicalismos ni fanatismos,
sosteniendo ideas que no son del todo ciertas.
Cabe destacar que no sostengo que no exista censura en
Venezuela. Es un hecho que existe, y es nuestra responsabilidad defender la
libertad de expresión. Simplemente intento aclarar que, a pesar de que expresarse libremente supone un riesgo en un régimen totalitario
como el venezolano, y que la censura cada vez está más presente, los medios de
comunicación venezolanos siguen gozando de este derecho, aunque cada vez menos,
evidentemente.
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