La crisis pica y se extiende: Barcelona agoniza tres puntos ante el Leganés


20/02/2017
Daniel Terán

El pasado domingo se disputó el choque entre el conjuntó culé y el CD Leganés, que correspondía a la jornada 23 del campeonato español.

Luego de la dura caída sufrida ante el Paris Saint Germain el pasado martes en el marco de la Liga de Campeones, los dirigidos por Luis Enrique tenían el deber de demostrar, ante su propia afición, que lo ocurrido en la ciudad francesa había sido un trágico accidente y nada más.
El entrenador español cumplió con su filosofía al rotar a varios de los habituales en el esquema, tales como Gerard Piqué, Jordi Alba y Andrés Iniesta, aunque estos dos últimos terminaron ingresando debido a la alta e inesperada exigencia que presentó el partido.

El marcador se iba a abrir a los 3 minutos del primer tiempo, siendo Messi el artífice del tanto para el Barcelona, asistido por el uruguayo Luis Suárez. Hasta ese momento, todo parecía encaminado para un triunfo holgado del conjunto culé. Sin embargo, un humilde y sin presión conjunto de Leganés supo utilizar el gol para reacomodar sus líneas y resistir tácticamente a un Barcelona sin demasiadas ideas. La fórmula para los de Luis Enrique parecía no variar: toda la responsabilidad recaía en el tridente Neymar-Suárez-Messi.

A los 15’, El Zhar desaprovecharía dos oportunidades de gol claras frente a Ter Stegen, que fue figura de su equipo. Esto se repetiría de nuevo en el 45’, con El Zhar nuevamente como intérprete en el mano a mano, con un Ter Stegen que lucía sobrio en el arco catalán. En el 54’, sería  Guerrero quien colocaría de nuevo como protagonista al portero alemán.

En el 69’ entraría el venezolano Darwin Machís, y un minuto más tarde, tras un robo lícito a Sergi Roberto, quedaría mano a mano con la defensa del Barcelona. Machís asistió a su compañero Unai López, empatando las acciones y haciendo justicia al marcador que no reflejaba el trámite del partido.

Fue luego de la entrada de Iniesta y Jordi Alba, el Barcelona disimuladamente inclinó la balanza a su favor, una reacción un poco tardía. Sería en el 89’ que Neymar provocaría un dudoso penalti ocasionado por Mantovani, quien fue amonestado por dicha acción.

Finalmente, el penalti salvador provocado por el astro brasileño y marcado por Messi en el 90’, que no lo celebró, sirvieron para salvar un día complicado que estuvo a punto de acabar en desastre ante el Leganés, sellando el encuentro con un 2-1.

Con esta actuación del equipo, la afición culé no desaprovechó la circunstancia para recriminar el carente rendimiento futbolístico del equipo. Algunos silbidos bajaron desde las gradas del Camp Nou. Ter Stegen y Rakitic, por dar algunos nombres, fueron los principales señalados por parte de la hinchada.

Este partido, que parecía ser un distractor en la previa de la jornada para la catástrofe del 4-0 en Paris, terminó siendo un dolor de cabeza para el técnico español y sus jugadores. Quedó demostrado que lo de Paris no fue mera casualidad, sino más bien el detonante de una olla de presión que estaba por rebosarse hace algunos partidos.

Por esta razón, la mayor de las críticas se las llevó Luis Enrique. Y es que hace algunas semanas, comenzaron los reproches a la forma de juego que mostraba el equipo catalán, que para algunos no parece gustar. Sin embargo, el entrenador ha puesto el pecho al mal momento y ha asumido la culpa, responsabilizándose por los pitos que resonaron el pasado domingo.

Por ahora, el Barcelona marcha segundo en la tabla de posiciones, siendo el inmediato perseguidor del líder, el Real Madrid, por tan solo un punto, aunque el equipo de la capital con dos partidos pendientes por disputar.

Y por si fuera poco, la próxima cita de los culés es en el Vicente Calderón, donde enfrentarán al Atlético de Madrid. El antecedente más cercano se encuentra en la semifinal de la Copa del Rey, en la que el Barcelona despachó al Atlético con un global de 3-2. Para estos partidos, las críticas sobre el estilo de juego apenas asomaban la cabeza.

Aquel escenario de reafirmamiento para el equipo de Luis Enrique pasó a ser algo remotamente lejano. Previo a la Jornada 22, el Leganés lucía como el partido clave para reencontrar el nivel al que nos han acostumbrado. Por ahora, el panorama es gris. La próxima jornada puede significar un punto de inflexión en el futuro desempeño del equipo, que incluye tanto el rendimiento en La Liga, que parece estar perdida, como incluso la ratificación de Luis Enrique en el banquillo culé.

Una metáfora que narra el presente del Barcelona fue expresada por Santi Giménez, columnista del diario AS.

Parafraseando sus palabras, indica que con los años, las resacas son más fuertes, más duraderas y constan de un proceso de rehidratación del cuerpo más lento, durante en el cual el regreso a la vida normal se hace cuesta arriba. Cuando no se tiene edad de recuperarte tras una mala noche, los músculos siempre te duelen, no es posible enfocarse en ninguna actividad intelectual básica. El día a día es una tortura y el mal humor domina tu vida.

El Barcelona demostró ante el Leganés que todos los tópicos de la resaca para personas mayores son ciertos, y a punto estuvo de que la resaca ante el Leganés fuera peor que la mala noche ante el PSG. ¿Logrará el equipo de Luis Enrique reponerse a estos duros golpes?


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