La inclusión de la tecnología en el fútbol español
01/02/2017
Diego A. Salgado
A lo largo de
la historia del fútbol ha quedado más que demostrado que un simple error de
interpretación, una desatención del árbitro, o algo tan pequeño como los centímetros
que separan al balón de pasar, en su totalidad, la línea de fondo de la
portería, pueden costarle muy caro a los equipos involucrados en dicha jugada.
El árbitro es un ser humano; y, como tal, puede cometer errores propios de
nuestra naturaleza; para eso se han desarrollado varios sistemas que ayuden a
reducir el margen de error en las decisiones arbitrales durante el encuentro.
La FIFA se ha
encargado en los últimos años, de impulsar un proyecto el cual llevaría
diversos avances tecnológicos al mundo del llamado ‘Deporte Rey’. Invenciones tales
como el “Hawk Eye” (ojo de halcón),
el videoarbitraje o el Aerosol Evanescente 9.15, han sido
determinantes para reducir a su mínima expresión errores de la talla de un gol
no indicado, falta de sanciones disciplinarias o el hecho de que la barrera se
adelante al momento de un tiro libre; siendo medidas eficientes y que no
interrumpen el flujo del partido. Este proyecto fue adoptado por todas las
competiciones más importantes del fútbol europeo, siendo del agrado de
dirigentes y clubes por igual; todas salvo una.
La Real Federación Española de Fútbol, presidida por Javier Tebas, se ha mostrado reticente a la hora de implementar lo
propuesto en el proyecto impulsado por la FIFA, y es que, a 4 años de haber
sido lanzada esta propuesta, ‘La Liga’ solo cuenta con el Aerosol Evanescente
en su repertorio de “instrumentos
arbitrales tecnológicos”, por
llamarlos de alguna manera, y los han tachado de “muy costosos”,
refiriéndose a los otros dos anteriormente mencionados, entre otros. “Invertir
cuatro millones de euros en un sistema que servirá para corregir tres o cuatro
situaciones de gol fantasma
por temporada nos pareció excesivo cuando nos lo planteamos, hace dos años”,
dijo un portavoz de la LFP, en testimonios recogidos por periodistas del diario
El País.
La animosidad
en contra de la tecnología no es compartida ni por los clubes, ni por los
árbitros partícipes de la liga española, ya que, en su postura alegan ser
víctimas constantes del error. Este último argumento toma fuerza cuando
analizamos casos puntuales como lo ocurrido en el estadio Benito Villamarín de
Sevilla el pasado sábado, en el partido que enfrentaba al Real Betis contra el
FC Barcelona, partido en el cual le es anulado un gol claramente válido a la
escuadra catalana, privándola así de una importante victoria, dejando en
evidencia las carencias del arbitraje español y la necesidad de un cambio en el
sistema disciplinario del juego, llámese tradición o llámese tecnología.
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