Reflexión a... la soledad

Manuel Rodríguez
09/02/17

Cosas que tienden a suceder y nos toman desprevenidos tienen efectos devastadores sobre nosotros, tendemos a sentirnos solos y que el mundo está confabulado para hacernos daño, pero no siempre es así, a veces esos tropiezos que tenemos en la vida ayudan a formar el carácter.

Muchos pensarán que este artículo, sólo por ver el nombre e interesarse, es referente a mi vida personal, en cierta forma es así, pero no, es sobre mi entorno, como he visto que los tropiezos que tenemos en la vida suelen tumbar la moral de las personas, y en la juventud todo parece el fin del mundo cuando en realidad no lo es.

Lo que recomiendo hoy a todos aquellos que me leen es que tomen cada experiencia buena o mala como un pequeño grano de arena que conforma la playa de sus vidas, cada cosa que te pase hoy te va a servir en un futuro para que cuando estés frente a una situación similar sepas que hacer o qué no hacer.

La soledad más que estar solos es sentirse así, tú puedes tener 100 amigos y sentirte aislado y peor. Lo importante es disfrutar de los momentos buenos y de esas personas que pase  lo que pase están para ti.

Cuando llegas a cierta edad, te das cuenta que tus amigos se reducen, tus enemigos son más y tus conocidos se multiplican. Si me conoces sabrás cómo soy, no me doy con todos, si me doy contigo es porque te considero un amigo.

Para todas aquellas personas que aún después de conocerme me siguen tratando, por los amigos que aún después habernos insultado me llaman hermano;para esas personas que he conocido estos años y siento que nos conocemos una vida; para todos los que me apoyan, para sobretodo mi abuela, que sé que muy difícilmente leerá esta carta; para mis padres, y en especial para Sandra y María, que sin ser mi familia y discutir todos los días conmigo me aman incondicionalmente, a todos ellos: Gracias.