La trascendencia
07/03/2017
Felipe
Toro
La
trascendencia es una búsqueda que el hombre hace de forma natural. Es superar
los límites y restricciones en cualquier ámbito, es alcanzar la plenitud
superando todas nuestras necesidades para llegar al Súperhombre del que Nietzsche
tanto habló. Es encontrarle sentido a la vida.
Maslow
nos explica muy bien, que el camino para alcanzarlo es satisfaciendo
determinadas necesidades antes de que puedan surgir otras: cuando satisfacemos
las necesidades de comida y agua, pasamos a solucionar el problema de nuestra
seguridad física, de salud, de recursos y familiar; luego surge la necesidad de
amigos y afecto; y al solucionarlo, vamos subiendo progresivamente, hasta alcanzar
el fin último del hombre, la creación.
Cuando
no logramos satisfacer ninguna de estas necesidades, no trascendemos. Venezuela
está estancada, el 80% de cada miembro de este país lucha para lograr conseguir
algo de comer, no tiene seguridad física ni de salud, no tiene recursos, la
familia se separa cada día por todas las circunstancias que la rodean. Y cuando
un país logra que sus habitantes no alcancen el fin último del hombre, no tiene
avances tecnológicos, no amplía su cultura, no puede enfocarse en el progreso.
Y
estas necesidades no solo no se cumplen por un modelo que no funciona, sino
que, al que le dimos el poder, nos tiene como a los perros de Pavlov, babeando ante
la llegada del agua a nuestras casas en una hora establecida, babeando en las
colas por comida, babeando por llegar a nuestros hogares por la inseguridad.
Nos obligan a cambiar nuestras conductas para ser dóciles y someternos a
voluntad.
El
objetivo del gobierno es conseguir bajo el conductismo, destruir nuestra
pirámide de Maslow y con ella evitar nuestra trascendencia al progreso y buscar
con ella la libertad. Pero parto de la idea de que el impulso que ha hecho
avanzar a la humanidad son las crisis: al principio cuando nuestro único abrigo
era la piel, inventamos la ropa y el fuego; cuando dependíamos de la caza,
inventamos la agricultura y nos asentamos; cuando la sociedad vivía bajo el régimen
absolutista, nacieron los derechos del hombre.
Maslow
nos enseñó que una satisfacción de una necesidad genera otra, y Einstein nos
dijo que las crisis son la mejor bendición que puede sucederle a personas y países,
y que la creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche. Estas
dos formas de ver las crisis son el impulso suficiente para que alcancemos el
fin último del hombre, trascender; y Venezuela no será la excepción.
Sígueme por:
Instagram: felipetoros
Twitter: felipetsanz
Comentarios
Publicar un comentario