¿Qué logramos el 19A?
Millones y
millones de personas marcharon ayer en 24 estados del país solo con una
finalidad: conocer qué se había logrado al final de la jornada. Si no se sabe
interpretar, es desalentador, pero realmente lo logrado fue continuar
y avanzar.
En primer lugar, no olvidemos la fecha que tomó la gran marcha. El 19 de abril de 1810 se firmó la declaración del acta de independencia de Venezuela. Pero la proeza de aquello sigue siendo la misma: continuar y avanzar. No fue más que decir en voz alta el propósito y manifestar que un gran grupo de hombres dispuestos tenían la firme intención de manifestarse. El decreto de guerra a muerte, la Batalla de Carabobo, la Batalla de Ayacucho y la Toma de Pto. Cabello, la conformación de nuestros tres intentos de república precedieron a que en 1845, España nos reconociera la autonomía.
La caída del régimen no está determinada porque los que conformamos la oposición lo digamos, ni tampoco porque lo admita el mismo régimen, podrían pasar años antes de que eso suceda. Nuestra libertad la logrará el fruto del esfuerzo y compromiso que la ciudadanía esté dispuesto a aportar. Tal día como hoy hace 207 años, un 20 de abril de 1810, estábamos en las mismas circunstancias que nos encontramos ahora: no se ha alcanzado el objetivo principal, pero continuamos y avanzamos. Todas las batallas anteriormente mencionadas y las que no lo fueron, presionaron con una fuerza determinada para alcanzar la independencia, y mucho fue el trabajo posterior.
Esto se terminará, eso es seguro. Es muy poco probable que tarde los 20 años que se tardó en alcanzar la Tercera República –República actual, por cierto- pero tal vez sí necesite de los 23 días de esfuerzos que fueron necesarios para la caída de la dictadura de Pérez Jiménez. Y genera disgusto, sabor a viejo el leer: se reincorporan las actividades regulares.
En un
futuro seremos la generación de abuelos que contarán lo vivido en este proceso
histórico, la generación del 2017, que vivió los 20 años de dictadura. Se hace
necesario preguntarnos desde ahora cuál es la participación que le podremos
contar a nuestros nietos que tuvimos: encabezar las marchas, tragar gas
lacrimógeno, devolver bombas, hacer resistencia al monopolio de información,
redactando en medios alternativos, convirtiendo votos, motivando. Puedepasearse usted por el artículo de los 198 métodos de acción no violenta si no
se le ocurren más. Lo importante es ¿podremos dar ejemplo de resistencia y
persistencia? ¿O no les garantizaremos a las futuras generaciones un ambiente
próspero para contrastar con el nuestro?
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