¿Espectáculo o pantomima?



            El 26 de este mes se medirán en el T-Mobile Arena dos showman, ambos deportistas de élite, con sendos récords positivos. Pareciera que tiene las condiciones ideales para que sea una gran pelea, pero ¿lo es?

            La pelea entre Mayweather y McGregor ha sido foco de controversia por muchas razones, y el recibimiento en el público dista de ser el esperado. Ignorando los nombres y en un análisis más a profundidad, esta pelea representa la crisis que vive el boxeo como deporte actualmente.

            Por un lado, tenemos a los contendientes, Floyd Mayweather Jr. Ha sido no solo el boxeador más reconocido de los últimos tiempos y uno de los mejores libra por libra según la revista The Ring, con un imponente récord de 49 victorias y ninguna derrota. Sin embargo, es un boxeador que lleva ya tiempo coqueteando con el retiro, con 40 años, mucho se ha especulado sobre la vigencia de su habilidad y su condición física.

También vale recordar que si ha sido el boxeador más reconocido no es precisamente por sus habilidades, sino por su excentricidad, sus gustos caros y su afán por mostrar su fortuna. Considerado el rey del pay per view, Mayweather ha sido uno de los principales responsables de convertir el boxeo en un espectáculo.

Por otro lado, está su rival, Connor McGregor. Aclamado campeón de la UFC, con un récord de 22 victorias y 3 derrotas, 9 años de trayectoria y una leyenda del deporte, pero de MMA, porque en boxeo no es más que un amateur, con un récord de 0 victorias y 0 derrotas, porque jamás ha boxeado.

Mayweather al aceptar esta pelea no hace más que manchar al boxeo, siendo una leyenda y uno de los mejores boxeadores como lo es, el acceder a pelear contra alguien que no ha pisado un ring profesional nunca, simplemente por lo que pueda representar económicamente, es una ofensa al deporte.

Esta pelea es solo otra muestra de lo que sucede en la actualidad con el boxeo, que ha perdido protagonismo poco a poco en el plano deportivo porque actualmente importan más los intereses individuales de las empresas que promocionan a los peleadores, y los incentivos económicos que esto conlleva, que las propias habilidades de los pugilistas.

Esto ha causado que el nivel de las peleas bajen ya que muchos peleadores con un buen estilo y habilidad son relegados porque son peligrosos ya que pueden desprestigiar la imagen de las estrellas generadoras de dinero de las promotoras, este es el caso de Canelo o Lomachenko que son estrellas que generan mucho dinero y dejan relegados a boxeadores como Rigondeaux que teniendo la habilidad, el estilo y técnica para ser boxeador de élite, es dejado de lado por ser un peligro para el dinero de los promotores.


Por suerte, los fans tanto de la MMA y el boxeo no han caído en la trampa y esta pelea se acerca cada vez más a ser un fiasco económico. Con unos precios desorbitados, en el que la entrada más barata cuesta 3500 dólares y 100 dólares el PPV, los fans se han mostrados reacios a adquirir las entradas ya que de por si, eran muchos los fanáticos que estaban en contra de esta pelea y eso se ha demostrado en las taquillas de venta. Queda finalmente esperar a ver qué ocurre el 26 de agosto y como se desenvuelve la pelea.

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