Proyecto de país
Felipe Toro
En medio de la catástrofe económica
en la que estamos inmersos, el ciudadano de a pie se pregunta a qué se debe
este fenómeno. Con rabia, con tristeza, con impotencia surgen opiniones y
explicaciones de por qué ocurre esto. Juzgamos al gobierno como inepto;
economistas señalan que el modelo económico fracasó por las políticas erradas
del gobierno. Pero qué pasa si en realidad no son políticas erradas, sino hechas
con toda la intencionalidad.
Desde la llegada de la
llamada Revolución Bolivariana, comenzó
lo que conocemos como El Socialismo del
Siglo XXI. Esta ideología parte de la concepción materialista de la
historia, y toma del marxismo la premisa, según la cual, la producción es la
base de todo orden social, y por ende, es esta donde se encuentran las causas
de los cambios sociales.
¿A que nos referimos con
esto? Marx concibe la historia, como el desarrollo de la producción de los
bienes materiales necesarios para la existencia de la humanidad, y ellos, son
la fuerza principal que determina la vida social y política del hombre; de
igual forma, estos condicionan la transición de un régimen social a otro. Con
esta interpretación de la historia, se explica como a través de los avances tecnológicos
de los medios de producción, las sociedades han cambiado de un sistema político
a otro, y con ellos, se ha formado tipos de hombre distintos.
Entendiendo esto, podemos
explicar cómo llegar al Socialismo del
Siglo XXI. Desde que comenzó este proceso en Venezuela, de manera lenta
pero progresiva, el gobierno concentró sus mayores esfuerzos en la economía, específicamente
en la producción. Con la intención de destruir la capacidad productiva, es
decir, destruir los medios de producción, e incrementar el poder de producción
por parte del gobierno. Esto con la intención de formar un Estado socialista.
Uno de los primero pasos
para cumplir el plan fue adueñándose, a través de las expropiaciones, del
aparato productivo; además, el gobierno, ha intervenido en lo que deben hacer las
empresas con sus productos. A su vez, por medio del control de cambio, y por la
falta de divisas, las empresas no pueden comprar la materia prima importada
para producir. Todo esto ha causado en el país, escasez e inflación.
Todos pensarán que todo esto
lo que causa es que el gobierno no sea mayoría, que no tengan gente, que el gobierno no gana nada con eso, que la población
esté descontenta con ellos; y, naturalmente, es así. Según el Observatorio
Venezolano de Conflictividad Social, hubo 6.917 protestas, las cuales, en su
mayoría, fueron por exigencias de servicios básicos; y apenas un 11% fueron por
temas políticos. Esto nos hace volver a nuestro primer punto, el cual nos dice que
para tener vida social y política, hacen falta medios de producción que
satisfagan las necesidades de cada persona, la falta de ellos hace que la sociedad
se atomice, que se rompa el tejido social, y no pueda interesarse por la
política.
Así que antes de decir que
Maduro no sabe lo que hace, piense que esta es la manera en la que te controlan, porque cómo te organizas para defender tus derechos, si estás tratando de sobrevivir.
Todo esto puede hacernos ver
que no hay salida, que no hay manera de lograr un cambio; pero si las fuerzas
políticas de oposición, vengan de donde vengan, logran encauzar y capitalizar
el descontento de la población a razones políticas, quizás, estaremos dando un
primer paso.
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