2018 EL AÑO DEL CAMBIO EN VZLA

Llevo mucho tiempo posponiendo la escritura de este artículo, durante ese tiempo mis argumentos se han ido comprobando con el transcurso de los eventos recientes en Venezuela. Es por esto que he decidido que el momento de exponer mi humilde opinión sobre el contexto actual de Venezuela es ahora, pues si bien el futuro que yo aspiro y veo está a la vuelta de la esquina, todo depende de si los venezolanos reaccionan o no ante la realidad que aquí pretendo mostrar.
Moris H Rauseo J

                               
A finales de 2016 escribí un artículo muy parecido a este que se titulaba “2017: El año decisivo para Venezuela”. En dicho artículo mi tesis era que: frente a las recientes maniobras agresivas del gobierno en contra de la AN y la implementación del Carnet de la patria, 2017 sería un año en donde si no existía ningún tipo de estallido social, Venezuela estaría condenada a 50 años de narco-dictadura cubana.
Me alegro mucho al decir que ese estallido sí sucedió por lo cual, Venezuela parece haberse salvado de una hegemonía dictatorial. Confieso que cuando escribí en 2016 no esperaba que las protestas empezaran tan temprano como en abril ni que duraran tanto. Lo cierto es que las protestas de 2017 no derribaron al gobierno, o al menos no todavía. Al contrario de lo que muchos piensan, estoy convencido de que esas protestas si lograron ese objetivo y aún hoy estamos viendo la caída, no solo del gobierno, sino de toda la mala política en Venezuela.
La confirmación de esto último es nada más y nada menos que las consecuencias de las elecciones regionales convocadas el 30 de Julio: elecciones que confirmaron el fraude del mismo CNE que sacó 8 millones de votos fantasma para establecer la ANC y así ratificaron el repudio de la comunidad internacional hacia el régimen despótico en Venezuela. Pero no es el fraude lo que quiero resaltar en esta cita, si no la tremenda contradicción moral y ética en la que han caído la inmensa mayoría de los partidos de oposición que conformaban la MUD y en primer lugar Acción Democrática.
Es una contradicción moral y ética porque es una contradicción en su discurso. El mismo partido que 15 días antes de la Constituyente leyó ante el país el nuevo pacto de gobernabilidad para la transición y DEMOCRACIA de Venezuela, fue el primer partido en romperlo (por no decir que lo destrozaron).  Fue ni más ni menos que el partido de Henrry Ramos Allup, quien leyó el documentó, el que decidió legitimar ante el mundo un proceso ilegitimo juramentándose ante la incostitucional ANC. Que venga el secretario del partido y pretenda lavarse las manos diciéndome que “no tuvo nada que ver con la decisión” es como si venga el presidente ejecutivo de Apple a decirme que él no toma decisiones corporativas en la empresa. No sorprende ahora la advertencia de Antonio Ledezma en su último video, antes de regresar a prisión, diciendo que: no se podía repetir el error de negociar a espaldas del pueblo con el gobierno. Frente a esto tenemos una inmensidad de partidos, miembros del bloque, que simplemente se encuentran silentes y como dicen por ahí “el que calla otorga”.
Pero no todo es malo, y yo personalmente siento que me quité un gran peso de encima tras la juramentación de los gobernadores de AD. Durante el periodo en el que funcionó la legítima Asamblea Nacional, pudimos apreciar como toda una generación de nuevos políticos se enfrentaban “tras bambalinas” con una cúpula de políticos de la vieja era: Fredy Guevara, Requesén, Tomás Juanipa, Pizarro y muchos otros pertenecientes a la generación de 2017, llamada así en honor a su participación en las protestas de ese año.. Son ejemplos de una nueva forma de pensar la política de “abajo hacia arriba” más democrática y retroalimentaría que la política, caudillista y personalista del siglo/s pasados de “arriba hacia abajo”. Este grupo de políticos se quitó de encima el lastre de tener que obedecer lo que digan los mayores para preservar la existencia de la MUD, gracias al fracaso de AD.
Ya no existe tal bloque político; los  tres más grandes (PJ, VP y AD) han tomado caminos diametralmente distintos y el resto, que no hacía mucho, ahora hacen menos. Pero lo más resaltante es que fue el fin de Acción Democrática. Venezuela no es más un país de sangre ADECA. Rómulo Betancourt debe estar revolcándose en su tumba al ver que ahora su partido lo acompaña bajo tierra. Tristemente y de forma inesperada, Chavez ganó esta partida.
Sin embargo pienso que todo esto es extremadamente positivo y a su vez consecuencia directa de las protestas de este año y de todo el sacrificio en vidas humanas que hubo. Los mártires de 2017 han asegurado que Venezuela no vuelva a la política populista y ortodoxa del siglo pasado que en cierto modo nos trajo a esta pesadilla. He dicho reiteradamente en mis artículos que el régimen actual no es si no la exsaltacion de los defectos de la mal llamada 4ta república (“mal llamada” porque Venezuela solo hay y ha habido una): Corrupción, delincuencia, populismo y una economía monoproductora y frágil. Seguimos en la política del siglo XX y vamos para atrás.
¡Hasta la doctrina ideológica es la misma! Somos Socialistas. El Socialismo Democrático en su concepto original hecho por, Babeuf (considerado uno de los fundadores del socialismo), no es otra cosa que llegar al comunismo por medios democráticos. Si te alarma el parecido es porque estas en tu sano juicio.  Algo muy diferente es que hoy en día entendamos que ni la extrema derecha ni la extrema izquerda son buenas y es por eso que estábamos mejor antes y mejor que con Perez Jimenez a pesar de ser Social demócratas.
Es interesantísimo, además, darse cuenta de que los partidos de oposición que están sobreviviendo al purgatorio de las regionales son justamente aquellos con mayor presencia de jóvenes: Primero Justicia, Voluntad Popular y Vente Venezuela. Esto es totalmente natural, y más cuando lo que se pretende es fundar una democracia, porque uno de sus principios fundamentales es la retroalimentación y la innovación constantes.
Si las democracias permanecen estáticas por mucho tiempo, entiéndase, con una misma mayoría gobernando por mucho tiempo, esta se transforma en una tiranía de la mayoría que degenera en una oligarquía (cuando esa mayoría se convierte en minoría por el paso del tiempo). La oligarquía a su vez puede degenerar en un régimen despótico y dictatorial o por otro lado la fricción social que causa su permanencia en el poder desemboca en un estallido que invierte los papeles y la antigua minoría es ahora la despótica y dominante. Esto último es básicamente la propuesta del comunismo para deshacerse de la burguesía.
Es sumamente importante que en las democracias las minorías (raciales, étnicas, sexuales, etc…) puedan organizarse entre sí para hacerse más fuertes y así hacer que su voz se escuche. También es sumamente importante que el estado escuche a las minorías y cree leyes que las integren a la sociedad. Es por esto que en los países democráticos  protesta por todo y existen ONG´s para todo: si las mujeres no hubiesen protestado nunca por sus derechos, estos nunca hubiesen sido reconocidos; si la comunidad LGBT no hubiese reclamado por sus derechos, seguirían siendo categorizados como "enfermos mentales"; si las minorías raciales nunca hubiesen salido a la calle a protestar por sus derechos, simplemente seguirían siendo esclavos.
Que en Venezuela se esté empezando a conocer el poder de la protesta es sumamente importante para el futuro, y que en Venezuela exista una nueva generación de políticos que entienden este fenómeno y la importancia de la retroalimentación tanto en una sociedad como en un partido es extremadamente bueno para la transición que se avecina. Es muy triste que sea la protesta el precio a pagar por que se escuche tu voz y ante un gobierno que no escucha a nadie el costo sea tan alto. Es muy triste que hayan sido necesarios mas de 130 sacrificios para que la comunidad internacional escuchase el grito de auxilio de los venezolanos. Es muy triste que hayan tenido que ser tantos los muertos para que ante un fracaso como el de las regionales, Venezuela depurara a sus políticos. Es muy triste pero no en vano. Jamás será en vano.
Mi gran temor al escribir en 2016 era que el gobierno hiciera todo lo que está haciendo sin unas protestas de 135 días.  Imaginense una Asamblea Nacional Constituyente sin nadie que proteste en contra de ello; Unas elecciones regionales como las que acabamos de ver sin que nada muy grave pase y simplemente nos dé igual si la oposición se juramenta o no; Imaginen una Venezuela donde apenas EEUU se preocupa por nosotros y solo por un conflicto posible con Corea del Norte, al que no le presten el apoyo necesario en la comunidad internacional, debido a que no hubo movilización social alguna en Venezuela; Imaginen un mundo donde cada vez son menos los países que aceptan venezolanos huyendo de esta locura en vez de extender su mano amiga como Perú, Chile, Colombia y Canadá. Todo eso es consecuencia directa de las protestas y sus mártires. Gracias a ellos nos hemos salvado de estar peor.
Ahora falta saber si les rendiremos justo homenaje y si ante la inminente hegemonía del régimen nos quedamos quietos y callados. Silentes como aquellos partidos de la mesa extinta de la unidad que “callados, otorgan”. ¿O  será que vamos a forzar esa salida haciendo lo que nos queda… y protestar?
Todavía no he hablado de María Corina y Vente Venezuela. Ella merece, para mí, su propio artículo donde exponga por qué me parece el actor político más importante de hoy en día en Venezuela. Un reciente artículo del  Wall Street Journal
, expone que en el más reciente estudio, por primera vez en la historia Maria Corina supera a todos los dirigentes políticos de oposición en intención de voto. Según el artículo ella tiene 60% de intención de voto, hoy en día. Todo producto de su coherencia y consistencia. Cosa que es innegable, el resto de los políticos no tienen tanto.
Lo cierto es que la sociedad está de a toque, y cada vez es más inminente que reviente el globo por algún lado. Sea en este año o en 2018 todo depende de si ese estallido social se da o no. Al igual que lo fueron las protestas de 2014 y las de 2017 su inicio no será convocado por ningún actor político: nadie llamo en 2014 a protestar por las elecciones presidenciales y nadie llamo este año a defender la AN en abril, fue después que los dirigentes políticos encausaron esa fuerza y la dirigieron a un fin común. Es ahí donde entran Maria Corina y los partidos que sobrevivan al calvario del CNE.
Con una crisis como en la que estamos, y con el juego tan trancado como lo tenemos el siguiente estallido social será como lo fue 2017 a 2014 con respecto a las protestas de este año. Es sin dudas un panorama horrible y caótico donde ya no será una parte de la sociedad la que se vea involucrada sino absolutamente toda, porque si bien no estarás en la calle, los saqueos, las turbas, y los allanamientos te afectaran definitivamente. El saldo de muertos será tremendo los primeros días, y dependiendo de la habilidad política de Maria Corina y los que resucitaron de las regionales dependerá si se le pone o no “orden a la pea”.
Nuevamente es muy triste que ese sea el precio a pagar por la negligencia de la dirigencia política. Es indudable que pudo haberse depurado a la MUD sin un costo tal alto, con tan solo la autorregulación y retroalimentación.
Mi único temor ahora es que dicha explosión no se dé nunca porque seguimos pensando que la protesta no sirvió para nada y no tendrá consecuencias. ¿De verdad creen que el gobierno resiste otro 2017 seguido? Sin ese estallido social los dirigentes políticos que quedan no tendrán oportunidad de brillar, si es que tienen brillo, y asegurar la transición democrática. La apertura, sin embargo está en manos de nosotros, no habrá cambio en tanto estemos quietos, y que haya cambio no implica que sea bueno… de nuevo, he ahí la importancia de la nueva política producto de todos estos años de sufrimiento.
Quiza suene a que volvemos a partir de cero, sin MUD, sin animo, y con el gobierno galopando hacia un nuevo escaño de autoritarismo, pero lo cierto es que estamos mas cerca del fin que nunca. Otra vez tenemos dos futuros posibles frente al nuevo año: aquel en el que no hacemos nada y destruyen el país; y aquel en el que actuamos para que el país sea libre y democrático.
 Venezuela será libre.

MORIS H RAUSEO J

6/11/2017

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