ESCALERA DEMOCRÁTICA
A continuación les presento el discurso político con el cual he participado en el concurso de "Narremos Esperanzas" del grupo "Politika Ucab". Espero que les guste. Muchas gracias.
Prosperidad
económica, libertad de los jóvenes, reencuentro de las familias venezolanas
repartidas por el mundo, condiciones favorables para el trabajo y el estudio,
orgullo de ser venezolanos y de conseguir las cosas por mérito propio, y valores democráticos. Me piden que
hable sobre la escalera que Venezuela
necesita, me piden que hable de movilización
social. Hablar sobre lo que queremos
para el país en vez de simplemente
quejarnos de lo malo y recalcar una y otra vez lo que no queremos, como si eso
nos fuese a revelar por arte de magia lo que sí nos conviene. De repente
existen muchas formas de llegar al techo de la casa, pero saber que no queremos
estar en el suelo no precisamente nos lleva al techo, y podríamos terminar
bajando las escaleras del sótano.
Así
que no hablaremos de lo que está mal en Venezuela. Todos estamos pasando
hambre, a todos nos cuesta cada vez más sobrevivir y a todos nos da cada vez más
miedo expresar nuestras posiciones. Todos conocemos esa realidad porque la
padecemos ¿para qué necesito que me la restrieguen en la cara? En cambio les
venderé en este discurso la escalera de la democracia. Les
venderé lo que la democracia les ofrece para salir del sótano y subir al techo.
La
democracia tiene muchos defectos pero su mayor virtud es que es perfectible. Es
perfectible porque se basa en el principio de la retroalimentación y esto es mucho más complicado que simplemente
votar y que una mayoría calificada tome una decisión. Si la democracia se
practica únicamente de esta forma simplista del principio de las mayorías se
convierte en una tiranía para aquellos pertenecientes a una minoría. Un ejemplo
perfecto de esto es la historia de EEUU con el racismo y los afroamericanos:
Los afrodescendientes estaban des-empoderados frente a los blancos quienes en
su mayoría tomaban decisiones que
hicieran imposible que la voz de los menospreciados afectase el rumbo del país.
Esto causó que la minoría recurriera a métodos extremos para hacer que su voz
se escuchase, a través de un estallido social liderado por Martin Luther King.
He aquí la capacidad de perfeccionamiento de la democracia: desde entonces el
número de protestas en EEUU no ha hecho sino aumentar, aunque no lleguen a
tales niveles de violencia.
La
sociedad estadounidense se percató de lo importante que era escuchar a una
minoría, que cuando una de estas protestaba significaba algo serio y que la
mejor forma de calmar las aguas era escucharlos
y empoderarlos. Así se aprobó el
sufragio para los afroamericanos en ese país, así se han reconocido los
derechos de las mujeres en todo el mundo y así se han empezado a reconocer los
derechos de la comunidad LGBT. Esto
quiere decir que si bien usted votó en unas elecciones y su candidato no ganó
(usted es minoría) usted aún puede hacer que su voz se escuche y que de cierta
forma las políticas que usted aspiraba se realicen. Los países democráticos
tienen una cultura de protestar por todo lo que les incomoda y sus gobiernos se
han ingeniado mecanismos para que la protesta sea casi innecesaria.
Pero
hay una diferencia muy grande en gritar “!HEY! ¿CÓMO SUBO SIN ESCALERA?” a
gritar por alguien que te suba. El Estado no puede ser ascensor de todos, ni
cargar a todos sobre sus hombros por las escaleras. Siguiendo la metáfora aquel
que pide que lo carguen equivale a un bebé incapaz de caminar y por lo tanto de
subir las escaleras. Obviamente habrá parte de la sociedad que necesitará ser
cargada hasta que aprenda a caminar, pero imaginen una familia donde el padre
debe cargar a sus hijos de 30 años hasta su habitación… en algún momento el
padre decidirá mudar a todos sus hijos
al piso de abajo para evitarse la carga.
Este
es el problema del Comunismo: esta ideología ofrece noblemente que todos
estaremos en el mismo nivel y te promete que todos serán cargados hasta el
techo. Tarea evidentemente imposible, por lo que finalmente la igualdad se
produce hacia abajo y el comunismo se convierte en sinónimo de pobreza y
opresión, pues la idea es estar todos en el mismo nivel por encima de que nivel
sea ese y no importa tanto que te muevas hacia arriba o hacia abajo sino que no
te muevas. ¿Cuál es la mejor forma de hacer para que la gente no suba ni baje
de nivel? Colocarlos en el nivel más bajo y posteriormente quitarles las
escaleras. Aun el individuo que aprenda a caminar se verá imposibilitado de
subir al techo y si se encuentra en el sótano tendrá que aprender a romper la
ventana y escapar sin cortarse. ¿Lo ven? Suena noble y utópico pero es
imposible de concebir en la práctica.
La
democracia en cambio ofrece la capacidad
de subir la escalera y la decisión de hacerlo y qué tan arriba llegues
depende enteramente de tí. Por lo tanto al padre demócrata le conviene que sus
hijos aprendan a caminar rápido y sean capaces, además, de enseñarse
mutuamente. RETROALIMENTACIÓN. La
capacidad de organizarse es extremadamente importante para la democracia y de
ahí que vaya de la mano con el sistema capitalista, pues las empresas son organizaciones que pretenden ser puentes
entre un escalón a otro. Sin empresas, no hay dinero y sin dinero nadie
sube de estrato social, así de simple. La diferencia entre el sistema liberal y
el social es que el primero deja solos a los niños para que suban las escaleras
y el segundo intenta ayudar a los más pequeños. El defecto de cada uno es que
el primero rápidamente se convierte en un sistema hostil donde los niños que
caminaron primero no dejan subir a los demás y el segundo puede sobresaturarse
y caer en el mismo error que el comunismo. Lo ideal es un equilibrio entre los
dos sistemas y para esto son vitales las ONG: estas sirven como los hermanos
mayores que ayudan a los padres a cuidar a los niños mientras crecen. Todas las
minorías tienen al menos una ONG que los representa y escucha su voz por el
estado para luego proceder a representarlo frente a este. Así el padre puede
dejar solo a los hijos siempre y cuando se ayuden entre ellos.
Todo
esto supone una relación de abajo hacia
arriba donde la iniciativa política viene de la gente, es decir que es la
mayoría o la minoría quienes deciden qué políticas se aplican. Opuesto al
sistema rígido de los partidos políticos del siglo pasado, basados en el líder
personalista (caudillo) donde la cabeza da la orden y el pueblo obedece. Esta
es la razón por la que esos partidos están hoy en día extintos además que dicho
sistema supone uno de los primeros escenarios a evitar: La tiranía de la
mayoría, pues es la mayoría quien escoge a ese partido y si el gobierno solo da
órdenes con el permiso de esta mayoría
las minorías no tienen como expresarse y eventualmente gritan.
Todo
aquello que promueve la retroalimentación es lo atacado por el régimen que nos
acosa: La voz de la mayoría mediante el voto, la capacidad de organizarnos
tanto en empresas privadas como en ONG´s y la protesta. El gobierno nos quita
la escalera y además pone trampas en la ventana del sótano. Si lo que queremos es democracia no hay que pensar en
términos de salir por la ventana sino de construir una escalera con nuestros
propios cuerpos; llevarle la contraria al gobierno y frustrar sus planes de
mantenernos inmóviles.
Existen
infinitas formas de organizarse sin necesidad de gritar en la calle, por
ejemplo: ahora se acercan unas elecciones municipales ¿Por qué no organizarnos
entre municipios y realizar nuestras propias elecciones? Eso sería construir un
escalón hacia la puerta con nuestros cuerpos (el CNE actual es una escalera
removida). Mientras más actuemos como lo que deseamos obtener, más cerca de
nuestro objetivo estaremos.
MORIS H RAUSEO J
11/11/2017
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